¡Este polvo inmaculado, que se está convirtiendo en un elemento permanente en nuestras alacenas, es más que interesante! El bicarbonato de sodio tiene poderes infinitos que se pueden utilizar de diversas formas. Tanto en la cocina como en el baño se convierte en el producto de referencia del hogar.
**Uso alimentario y doméstico:**
En el antiguo Egipto, los eruditos inteligentes se dieron cuenta rápidamente del potencial del polvo blanco acumulado en la superficie de los lagos salados durante la evaporación. Este polvo se utilizaba para lavar y fregar. Más cerca de nuestra época, en el siglo XVI, Montaigne elogiaba los beneficios de los baños en manantiales ricos en compuestos de bicarbonato. Sin embargo, fueron dos panaderos estadounidenses quienes desarrollaron la receta actual para refinar el bicarbonato, una mezcla de sal, tiza y agua. Buscaban una alternativa estable a la levadura para leudar pan y pasteles. La propiedad principal de esta sustancia es su capacidad para neutralizar sustancias ácidas mientras produce dióxido de carbono. En las panaderías, son las pequeñas burbujas de gas que se liberan al agregar bicarbonato de sodio las que hacen que la masa suba.
Hoy en día, el bicarbonato de sodio tiene tantos usos que se presenta en diferentes formulaciones químicas que no deben confundirse. Las formulaciones etiquetadas como FCC están reservadas para uso alimentario. Otras formulaciones se utilizan para la limpieza del hogar y con fines industriales.
**Por qué es tan fantástico:**
El bicarbonato de sodio es biodegradable, no tóxico y no inflamable, lo que lo hace adecuado para una amplia gama de aplicaciones. Es un desodorante, un excelente detergente en polvo no abrasivo por su grano fino y muy eficaz como descalcificador para la colada. También inhibe el crecimiento de hongos y asegura una buena higiene en la despensa. Es muy utilizado por jardineros y agricultores ecológicos, especialmente para proteger vides o rosas.