La famosa cantante Françoise Hardy, de 78 años, no goza de buena salud. Perdió la capacidad de hablar y sufrió gravemente de cáncer. Quiere que la ejecuten en Francia, pero la ley no se lo permite. A pesar de su sufrimiento, ella sigue luchando por este derecho.
Françoise Hard “ya ha sufrido tanto físicamente” que “teme que la muerte le cause un sufrimiento físico aún mayor”. Se trata de una mujer en dificultades pero que todavía disfruta de la vida y que ha hecho una petición a las autoridades francesas: el derecho al suicidio asistido.
En este momento de su vida, no le teme a la muerte, pero sí mucho al dolor. Sobre todo, tiene miedo de “ser separada de las dos personas que más ama”. Su hijo, Thomas Dutronc, y su excompañero, Jacques Dutronc, que estuvieron muy unidos a pesar de la ruptura.
Hasta ahora, sólo su expareja y su hijo le aportan alegría en la vida. Ya no quiere afrontar su enfermedad e incluso prefiere “ir a dormir” antes que despertar. Su estado parece estar empeorando y está “cerca del final”.
Françoise Hardy no le teme a la muerte y ya ha pensado en cómo quiere morir. Su primer deseo era que la mataran. Su segundo deseo es morir en Francia, su país de origen. Lamentablemente, Francia no permite el suicidio asistido si así lo desea.