Gato se vuelve amigo de otro sin hogar y lo lleva a casa para que lo adopten

Uno de ellos no tenía hogar.
En una granja de los Países Bajos vive Klarieke con sus tres gatos, estos se llaman Jack, Louis y Stavros. Este último encontró a un gatito en el jardín, e hicieron una amistad rápidamente. Las relaciones felinas son realmente curiosas.

El recién llegado animalito no estaba bien alimentado, y no se tenía certeza de que tuviera donde vivir. Lo cierto es que Stavros y él eran muy buenos amigos, hasta parecía su cuidador.

Klarieke contó al medio de comunicación digital Love Meow: “Stavros vivía en las calles y tenía afectada su salud. Fue rescatado por una niña holandesa que se queda en Zakynthos todos los veranos. Estaba buscando un hogar (para el gato) en Holanda, así que decidimos adoptarlo. Mi esposo y yo dijimos: ‘este es el último gato, tres es suficiente’”.

El pequeño acostumbraba entrar al jardín y jugar entre las plantas de tomate, mientras Stavros estaba atento a cada uno de sus movimientos, viendo que no fuera afectado.

Llegó el día en el que el gatito, no se conformó con llegar solo hasta el jardín, como sintió confianza, se acercó hasta la sala comedor mientras comían y, sin ningún tipo de inhibición, empezó a degustar de la cena de Stavros.

Ahora Klarieke, ha incluido en el menú un plato de comida adicional, ella relata: “Le di al gatito su propio plato de comida en el cobertizo, pero corrió cuando me vio. Al parecer, tenía tanta hambre que se arriesgó a entrar a comer».

Como nunca llegó nadie a buscar al gatito, decidieron llamarlo Charlie, quien se convirtió en fiel seguidor de Stavros. “Stavros actuó como un padre para él, y el gatito comenzó a pasar más tiempo con él en el cobertizo durante el día”, asegura klarieke.

Ahora Charlie no se limita a llegar solo al jardín, así lo deja saber Klarieke: “Podemos decir oficialmente que Charlie se ha mudado con nosotros y tenemos un cuarto gato. Viene a la cocina cuando es la hora de la cena y nos permite acariciarlo e incluso abrazarlo».

Charlie tuvo que aprender nuevos hábitos, cómo usar la caja de arena, pero con paciencia y cariño logró acostumbrarse. Klarieke está segura de que Stavros, tiene mucho que ver en el proceso de adaptación del pequeño.

Ambos parecen conocerse de toda la vida, ya que son inseparables, Stavros incluso ha desarrollado unos lazos de amistad más fuertes que los que compartía con sus otros dos hermanos. Ahora falta, que los cuatro se complementen, lo más probable es que Stavros ayude en el proceso.

Son más que compañeros de juegos, también, suelen disfrutar de plácidas siestas juntos. Ya Charlie no será un pequeño gato solitario y sin hogar. Ahora cuenta con un lugar para vivir y hermanos con los que pasar buenos ratos.

 

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