Ambos animales no se separan para nada.
La amistad y el amor entre animales de diferentes especies puede ser incondicional. Es tan asombroso observar como a pesar de las diferencias, se pueden complementar dos seres que en otro escenario simplemente serian adversarios o protagonistas de la clasificación del más apto.
La relación afectiva entre un canino y un ave, es la protagonista de estas líneas que tanta reflexión transmiten a la humanidad expectante de los comportamientos en el reino animal. Conmovedor, aleccionador pero sobre todo, curioso.
Puede decirse que el Husky de nombre Max y el pato son los mejores amigos del mundo. En la actualidad no existe escenario que no compartan, ya que hacen todo juntos. Como el canino tiene una edad longeva, sus pasos no son tan rápidos y esto es muy conveniente para el ave.
Max fue adoptado cuando tenía tan solo 5 años, por Patrick y Kristen Riley, de un pequeño pueblo en Minnesota, Estados Unidos. Al momento de haberse hecho famosa esta pareja, el perro tenía 12 años de edad y sus movimientos eran un poco lentos, pero esto no le impedía compartir su amor.
El pato llegó a la vida de Max para llenar un vacío que tenía el canino por haber perdido a su compañera Sasha la cual perdió la vida por causas naturales, dejando al amigable perro solo y desanimado. Pero para su fortuna, los Riley le trajeron a este amigable pato.
Como los Riley viven en Strout, un pueblo de apenas 25 residentes, dejan que sus mascotas paseen de forma libre. Por lo que no es raro que los habitantes los hayan visto transitando por las calles como dos buenos camaradas.
“Max se sentaba al lado de las plumas de Quackers todo el tiempo, y se unieron de esa manera… Desde que los dejamos salir, nunca se separaron. Duermen juntos, comen juntos, beben juntos, salen a caminar juntos… Todo juntos”, mencionaron los Riley.
Una vecina de este amigable pueblo, se encontró con estos dos amigos y dijo lo siguiente: “A veces en mi camino a casa, realmente espero que estén ahí porque son demasiado preciosos para mirar”, dijo la vecina Alisa Godejahn.
«Después de todo si un pato y un perro pueden dejar a un lado sus diferencias obvias, ¿por qué nosotros no podemos?«, apareció en una reflexión del autor del vídeo que muestra la caminata más famosa de Minnesota.
