Un niño se acercó a un granjero y le pidió que adoptara un cachorro especial por una buena razón.

Aunque el niño tuvo la oportunidad de elegir un cachorro sano de la camada, eligió uno que tenía necesidades especiales. Cuando el granjero que vendió los cachorros le preguntó sobre su elección, la respuesta del niño fue tan conmovedora que el hombre lloró.

Esta conmovedora historia ilustra la compasión de los niños y el afecto que inspiran los animales, especialmente los perros.
Cuando la perra del criador dio a luz a cuatro cachorros, uno de ellos nació con problemas motores y dificultades para moverse. Cuando los cachorros alcanzaron la edad adecuada para ser adoptados, el criador los puso a la venta.

Un día, un niño llega a la granja con ganas de adoptar una bolita de pelo. El granjero le explica entonces que los padres de los animales tienen un linaje notable y que son caros. El niño sacó unas cuantas docenas de dólares de su bolsillo y preguntó si podía echarles un vistazo.

El granjero llamó a su perro Dolly. Ella llegó corriendo, seguida de sus cachorros. Muy atrás, el cachorro con necesidades especiales luchaba por seguir el ritmo, pero hizo lo mejor que pudo.

El niño inmediatamente notó el cachorro especial y le hizo saber al dueño que era el que quería. “El hombre le dijo: “Hijo mío, él nunca podrá correr y jugar contigo como lo hacen los otros perros.

“El amor no cuesta nada”
El niño inmediatamente se subió la pernera del pantalón, revelando una prótesis de acero adherida a un zapato especialmente diseñado. “Verá, señor, yo tampoco corro muy bien. Necesita a alguien que lo comprenda”, responde.

Con lágrimas en los ojos, el granjero toma el cachorro y se lo entrega al niño. Al preguntar el precio del animal, el niño escuchó: “Es gratis: “Es gratis. El amor no cuesta nada. »

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