Su intención es ser visto para que alguien le de una mano.
En Rumania se encuentra un organismo compuesto de voluntarios lo cuales con apoyo de una ONG llamada Howl of a Dog, estos se dedican a realizar un trabajo en beneficio de los caninos que no tienen un hogar. En una de esas actividades se encontraron con un perro el cual tenía un comportamiento singular.
Ojos brillantes y moviendo su cuerpo, saludaba a todos los voluntarios de una forma muy afectiva. Como sus visitas fueron muy recurrentes, el canino los esperaba siempre en el mismo lugar. Sus intenciones era generar algún tipo de cariño o una potencial adopción.
Este entusiasmado amigo posee un atrayente color marrón que enamora. Es tanta la necesidad del cariño que los voluntarios le han acuñado el nombre de Remy.
Remy presenta una marca en su hocico producto de un posible afectamiento generado por un ser humano muy negativo. Esta práctica es realizada en Rumania siguiendo una superstición de la zona que menciona que de esa forma se controlan algunas afectaciones a la salud.
Cuando se vio detenidamente las facciones de Remy se pudo observar que le faltaba una parte en la oreja.
Los voluntarios averiguaron y determinaron que el hermoso canino no tenía a nadie y decidieron llevarlo con ellos al santuario de animales.
Se le fueron realizados algunos exámenes para determinar su estado de salud y afortunadamente el noble perrito estaba maravillosamente bien, además al poco tiempo escuchó la mejor noticia, consiguió un hogar donde se le brinda amor y comprensión.
Una publicación en Facebook del centro antes mencionado coloca al canino en una posición muy privilegiada. Su nuevo hogar está diseñado para que Remy pueda olvidar las eventualidades negativas del pasado. Una historia que contiene un final feliz.
